Rusia pisa el acelerador en los bombardeos sobre Ucrania mientras prepara el gran ataque a Kiev
Kiev sigue preparándose para la llegada del descomunal convoy, de más de 67 kilómetros de longitud, que el Ejército ruso está enviando para lanzar su más devastador ataque sobre la capital de Ucrania. El avance del grueso militar del agresor es, sin embargo, lento: durante el último día, apenas ha avanzado cinco kilómetros en dirección al objetivo. Las mayores batallas durante esta última noche han venido desarrollándose en la ciudad de Járkiv, la segunda más poblada del país situada al noreste, cerca de la frontera con Rusia. Allí, varios paracaidistas rusos han entrado a la ciudad y han emprendido duros enfrenamientos con las fuerzas rusas en las calles de la ciudad.
En Kiev se ha vivido una nueva noche de supervivencia bajo fuego enemigo, hasta ya entrada la mañana en la capital. En la que ha sido la séptima noche de asedio, varios barrios en los alrededores de la capital han recibido nuevos bombardeos, cada vez más cerca del centro de la ciudad. Eso sí, según la agencia local de noticias Unian, no hay bajas que lamentar entre mujeres u niños.
Ante esta nueva escalada de violencia, y mientras se acerca el convoy preparado para lanzar el ataque más letal, las autoridades de Kiev han vuelto a imponer el toque de queda, que durante el pasado fin de semana imperó en la ciudad y que había sido levantado en la mañana del lunes.
Este martes fueron visibles los daños sufridos por la principal torre de telecomunicaciones de Kiev. El alcalde de la ciudad, Vitaly Klitschko, detallaba que la infraestructura sufrió el alcance de dos misiles, uno de ellos contra la subestación que suministra electricidad a la torre y el otro, contra el propio soporte físico de la misma. Los rusos siguen alternando lanzamientos de gran precisión contra estructuras estratégicas ucranianas con lanzamientos más indiscriminados, como el que ha destrozado la Plaza de la Libertad de la ciudad de Járkiv en un ataque contra el edificio de la administración regional.
En la ciudad de Jersón, otro de los puntos calientes de la batalla, al sur y cerca de Odesa, el alcalde local aseguraba que las tropas rusas se han hecho con el control del puerto fluvial y de la estación de trenes. Según imágenes de cámaras recogidas por la CNN, el invasor estaría camino de hacerse con el control de la ciudad con un gran despliegue de vehículos miltares tras lanzar un duro ataque aéreo, uno más en estos últimos dñias.
Manifestación con miedo en Rostov del Don
Mientras, al otro lado de la frontera este entre Ucrania y Rusia, en la parte rusa de la inflamada zona de la cuenca del Donbás, una manifestación -no autorizada, por supuesto de varios jóvenes se manifestaban contra el ataque de Putin. En la ciudad de Rostov del Don, esta demostración fue llevada a cabo por un pequeño grupo de ciudadanos resignados a comportarse como se hace en los países donde la libertad es un sueño que sólo se ve en otros lugares a través de la tele o del móvil: atemorizados.
Sin acercarse demasiado entre ellos y mirándose de reojo, sin pancarta alguna, un pequeño grupo de ciudadanos decidía dar un valiente paso adelante. «Todos tenemos miedo, todo el mundo puede acabar preso o recibir multas que no pueda pagar. Vivimos en un estado policial, bajo el terror», reconocían. Aún así, sin miedo a protestar contra el sinsentido que Putin está llevando a cabo contra sus vecinos de Ucrania.
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